Texto de Ratchus
Entre los más sutiles renegones anticapitalistas se encuentra José Saramago, comunista hasta los huesos que Vallejo dejara en París. La obra más idiosincrática de este escritor Portugués es El evangelio según Jesucristo y forma parte de las lecturas obligadas de los excomulgados por voto popular, secreto, universal y el suyo propio.
En El evangelio se relata la forma como Dios mezcló su semen con el de José un día que salió a hacer la pichi al frente de su casa en uno de los árboles que seguramente usara luego para fabricar cruces, pasada la sacudida de rigor y algo embalado terminó crucificando a María, y ahí mismito la embarazó, por la virgencita que sí.
A partir de ahí la trama se torna por demás emocionante, pareciera ser un libro de Dan Brown pero narrado por el mismísimo Jesús, eso pudiera dar fe de que las crucifixiones se repitieron una y otra vez con la buenota de Magdalena.
Los dejo con una frase que siempre recuerdo y tal vez los aliente a darle vuelta al libro en mención, se trata del padre de María Magdalena, el pobre Lázaro que se había muerto de algo que seguramente era común para morirse por esos días, bueno, Jesús se pone frente a su suegro y antes de decir el famoso “Levántate Lázaro” se le acercó su amada meretriz y le dijo algo así como: “No pues, no lo revivas, nadie es tan pecador como para morir dos veces” Amén.
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